El nacimiento (fragmento)

Con la cara frente a una linterna y en un camino yo llegué a este mundo donde todo es hermanos peleándose. Pasé varias noches de frío porque mis padres tenían problemas. Más tarde, cuando mis padres fueron atrapados yo fui con la abuela, al poco tiempo ella me llevó a casa de la nana.

Años más tarde mis padres volvieron para atraer con sus presencias otro buen número de catástrofes, pero esa historia no la relataré hoy, ni nunca.

Dicen que uno no recuerda nada a muy temprana edad, yo recuerdo muy bien que nadie me cuidaba nunca. La casa de mi nana estaba situada en una ranchería; ahí hubo golpes, pero esos los presencié más tarde y nunca los contaré. Recuerdo claramente que al principio me llamó la atención que a los demás niños de la ranchería les caminaran moscas por la cara, más tarde me parecía normal, jugar con las moscas fue habitual durante una buena parte de mi infancia. Ahí en la ranchería estuve todos los años que mi madre y mi padre estuvieron en prisión, es decir, desde que los agarraron en ese camino, unas horas después de mi nacimiento, hasta que cumplí los cuatro.

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