2020 noviembre

19 Nov: Manifiesto de las perras callejeras, 3

Nuestras ancestras tenían la tarea de acompañar a los muertos al Mictlán. Por eso rondamos los panteones, somos guías espirituales, lazarillas para los ciegos. Sin embargo, los amos no han sabido apreciar la trascendencia de nuestra labor. Sin nosotras, las almas vagarán sin rumbo y sin descanso en sus elegantes centros comerciales. Sin nosotras la tierra se llenará de fantasmas.

19 Nov: Perro estándar

Tengo un perro

que corre como coche,

arranca en segunda

y le falla la reversa.

 

Es un perro

al que le falta un faro

y mira a través de un espejo.

Su voz

es un grito de sirena.

 

Tengo un perro

que anda sin freno

por todo el barrio

pero cuando silbo

vuelve a mí

en automático.

12 Nov: Casa flor

El sol nace y la casa ya huele a cempasúchitl

y ocote.

Las piedras respiran despacio,

la casa despierta

y la leña habla en el fuego.

 

En esta casa no hay nubes,

hay flores azules, rojas y amarillas.

Hay mujeres que tejen palma,

hacen tortillas y rezan por sus tierras,

por sus hijos.

 

En esta casa hay grillos que lloran,

corazones que no duermen y esperan

un hijo, un amor, una palabra…

un nombre junto al fuego.

 

En esta casa hay flores,

flores de espera.

12 Nov: Semblanza de mi muerte

Que no muera

un día nublado y frío

de invierno

y me vaya tiritando

de frío y de miedo

ante lo desconocido,

ese mundo de sombra

sin rostro

que camina siempre

a mi lado,

o me aguarda

al doblar la esquina,

ese misterio insondable

que no logramos develar

y que angustia

y perturba la existencia.

Quiero irme

un día soleado

de una primavera reverdecida

llena de brotes y retoños

de pájaros y de flores,

a buscar

mi Jardín del Edén,

mi Paraíso Perdido

y gozar de los frutos

de la vid y de la higuera,

el perfume de los cerezos

y los naranjos en flor

y el calor del sol

que no se oculta nunca.

05 Nov: El hombre muerto

La muerte. En el transcurso de la vida se piensa muchas veces en que un día, tras años, meses, semanas y días preparatorios, llegaremos a nuestro turno al umbral de la muerte. Es la ley fatal, aceptada y prevista; tanto, que solemos dejarnos llevar placenteramente por la imaginación a ese momento, supremo entre todos, en que lanzamos el último suspiro.

Pero entre el instante actual y esa postrera expiración, ¡qué de sueños, trastornos, esperanzas y dramas presumimos en nuestra vida! ¡Qué nos reserva aún esta existencia llena de vigor, antes de su eliminación del escenario humano!

Es éste el consuelo, el placer y la razón de nuestras divagaciones mortuorias: ¡Tan lejos está la muerte, y tan imprevisto lo que debemos vivir aún!

¿Aún…?

05 Nov: Juan Darién (fragmento)

—Es preciso matar a Juan Darién. Es una fiera del bosque, posiblemente un tigre. Debemos matarlo, porque si no, él, tarde o temprano, nos matará a todos. Hasta ahora su maldad de fiera no ha despertado; pero explotará un día u otro, y entonces nos devorará a todos, puesto que le permitimos vivir con nosotros. Debemos, pues, matarlo. La dificultad está en que no podemos hacerlo mientras tenga forma humana, porque no podremos probar ante todos que es un tigre. Parece un hombre, y con los hombres hay que proceder con cuidado…

05 Nov: A (fragmento)

Existe una agencia turística que ofrece tours hacia la muerte, al inframundo, ida y vuelta, a bordo de autobuses especiales de color negro y características submarinas porque el inframundo está bajo el mar. Compro un boleto en la zona de andenes donde se indica el número del próximo autobús. Después de tomar la carretera, llegamos a la costa para internarnos entre las olas. Abajo está ese otro mundo, el de los muertos, casi una réplica del mundo de arriba: un espejo sumergido…