Bájate un libro

23 Jun: En la libreta azul me veía mucho más lindo

El sueño es escribir un poema que sea como un pequeño bombardeo

interior sin hacernos parecer estúpidos

corazones de felpa. No, el sueño es escribir un poema que

sea aceptado en los supermercados

a cambio de electrodomésticos. No, el sueño es

escribir un poema que pueda ser exhibido

tras una línea de seguridad

en una galería de moda. No

el sueño es escribir un poema que asfixie

a todos los otros poemas y se quede con sus propiedades

por muy pequeñas que sean.

02 Jun: Instrucciones para leer un poema

1.Para empezar levanta el poema cuidadosamente de su papel. 

2. Sopesa el poema en la palma de tu mano.

3. No temas al poema.

4. Toca con tus dedos los bordes del poema:

a. ¿Es áspero o suave?

b. ¿Es pesado o ligero?

5. Arroja el poema al aire. ¿Flota?

6. Pon el poema en tu boca. O bien:

a. Pon una pequeña cantidad sobre tu lengua como si fuera una pasta de dientes.

b. Introduce el poema entero en tu boca como una rebanada de pastel. 

7. Retira la primera y la última palabra del poema. Agítalo fuertemente. Cada palabra debe salirse de su verso.

8. Coloca las palabras en tu boca y saboréalas. Chúpalas. Mastícalas. Haz gárgaras. Oculta las palabras en tus mejillas. Escúpeselas a la gente. 

9. Cuando hayas terminado regrésalas a su lugar.

10. Susúrrale al poema.

11. Grítale al poema.

12. Recita el poema en plena luz del día / bajo la luz de la luna / con la luz encendida / con las luces apagadas / en el cuarto de baño / en el jardín / debajo de un árbol.

13. Recita el poema en los días soleados / los días de lluvia / en días tranquilos / en días ventosos / con el estómago vacío / con la boca llena. 

14. Pon el poema en bloques y acuéstate debajo. Ponlo a la hora. Envuelve cada palabra en aceite. Lima los números del motor. Repinta el poema.

15. Desayuna sobre el poema. Mánchalo de café.

16. Párate sobre el poema.

17. Riega el poema.

18. Mezcla el poema con la ropa sucia.

19. Lleva el poema en el bolsillo durante una semana.

20. Ahora ya el poema te pertenece.

02 Jun: Lluvia

Puedo escucharte

haciendo pequeños agujeros 

en el silencio

Lluvia

Si fuera sordo

los poros de mi piel

se abrirían para ti

y se cerrarían

y te conocería

por tu lamedura

si fuera ciego

ese especial olor tuyo 

cuando el sol

endurece la tierra

el firme tamborileo

que produces

cuando el viento amaina 

pero si no pudiera 

escucharte olerte

o sentirte o verte

aun así seguirías 

definiéndome 

dispersándome 

empapándome

Lluvia

02 Jun: Paseo por el zoológico

Mi hija mayor se llama Cielo

que se hace de noche.

Su nombre hasta ayer era Nebulosa.

Con la punta de los dedos tocaba

la nariz de un mamífero

que se acercaba a otear su sangre

por detrás de una malla de metal.

Me habla de conocer nuevas especies de árboles, 

de una casa que todavía no existe

y de ventanas por cuyas cesuras

se aprecia el mundo fragmentado,

el nuevo día que se escribe.

Algo continuamente está iniciando.

Adopta como suyos a los gatos

que llegan a vivir en los jardines públicos. 

Tendrá un hijo, me dice, y le llamará Méjico;

Polo sur para su pequeña hermana.

Cuidará de sus plantas futuras desde ahora.

Si el tiempo se aproxima y arruina lo acordado: 

la casa, los amores, el jardín

hoy todavía en el aire,

habrá que levantar una vez más

la torre, la decisión y el destino.

Y no precisamente en ese orden.

Si algo resiste, está viviendo entonces.

Recuerda que la vida no tiene dueño.

26 May: Libertad

Hoy fui a la escuela, bordeando el río, 

bajo el día soleado, el deshielo 

revitalizaba el agua de los estanques, 

la música de las ondas

emergía directamente

de las obras de Granados.

Entonces

¿Qué es lo que aprendí hoy en la escuela? 

Que si te importa la libertad

nada a ello es más parecido

que la música del agua

cayendo de las montañas.

12 May: Herencia, I

Muda la existencia del hombre

porque las palabras aún no corrían

por las raíces del árbol.

El hombre vagaba por el bosque

y recolectaba frutos,

y entonces fue verbo su alimento.

Él lo supo siempre;

por eso este lápiz con el que dibujo

los signos que me heredó el árbol.

12 May: Nocturno vegetal

Por la noche

cuando todos duermen,

crecen las plantas a otra velocidad.

La flor se abre,

su pistilo tiembla en la dicha de su savia

y no podemos atestiguarlo.

No corre igual el tiempo en esas horas.

En la corteza del árbol

gira el hoyo del carpintero

y en él pone sus huevos el misterio.

El viento columpia en las ramas

su danza temblorosa

y caen las semillas a la tierra.

A veces, cuando todos duermen,

me deslizo entre las sombras

a anhelar los secretos de las plantas,

a saciarme en sus olores,

a tomar con mi lengua

sus aguas verticales.

21 Abr: Te quedaste

Reluciente, con la mirada

puesta en los altos ideales

de una primera juventud,

en el anuario, al fondo, atrás

de la Enciclopedia Británica

y los cuadernos con poemas

de amor oscuro que enmohecen

junto a medallas y trofeos,

al final de la estantería

tocando el cielo raso, allá

entre las páginas dobladas

por las esquinas de tu nombre,

encima de los soldaditos

de plomo, sobre un álbum donde

tímidas manos recortaron

los perfiles de tu nobleza,

debajo del polvo, debajo

del agua inmóvil de los atlas

donde jamás habrás de hallarme.

21 Abr: Negro sol

Nadie nos dijo que sería

fácil andar sobre esta tierra,

que los senderos a la muerte

son un atajo hacia su cúspide,

o que el dolor del alma hiere

las soledades que nos restan.

No hubo advertencia en los antiguos

nombres de la melancolía.

No eran presagio: “bilis negra”,

“tristeza sin raíces”, “duelo

frente a una pérdida intangible”.

Pesa la tarde en el sentido

de su cancelación. El nuestro

nos lo ha enseñado un sol más duro

y hemos tenido que aprender

a caminar con él a cuestas