Blog Librópolis

01 Jul: Nuestra noche

Quisiera perseguir algún poema

que hablase de mis noches, nuestra noche,

la misma noche cálida de rostros conocidos,

en el mismo rincón, ya no hace falta

preguntar lo que bebe cada uno.

Escribir, por ejemplo, puedo cerrar los ojos

y todo sigue igual, abro despacio

la puerta fría de color madera,

intimidad con humo de luz almacenada,

y risas en el fondo,

y una voz que denuncia mi costumbre

de llegar siempre tarde.

Escribir, por ejemplo, son ahora

mucho menos frecuentes estas noches,

y recuerdan inviernos negociados

con renta de amistad,

y tienen algo

de temblor fugitivo.

Las caras han cambiado, saben cosas

y se parecen más a nuestras vidas.

Escribir, por ejemplo, que los ojos,

cuando pasa la noche y en la calle

duele la luz del alba,

tienen otra manera de mirarse,

un modo más avaro de pensar

en los años, los meses, las semanas,

los días y las horas.

Noche eterna, tal vez

será mejor llamarte reincidente.

24 Jun: *

Estamos hechos de ausencia, más que de historias. También somos lo que no pensamos, donde no nacimos, donde no existimos. Yo soy las ciudades que no visité, las mujeres que no besé, los libros que no leí, los caminos que no transité, las decisiones que no tomé. No estar en el mundo es, irónicamente, una manera de plantearse ante él.

24 Jun: *

reconozco en el espejo la mirada

de esa niña que fui alguna vez

le hablo

trato de convencerla de que en unos años

se perforará y expandirá las orejas,

se mentirá que puede cambiar el mundo:

estudiará antropología,

se dará cuenta de que el mundo se quiere ir a la mierda:

estudiará literatura.

creerá las pendejadas de los poemas que lee

y un domingo, a las seis de la tarde,

comiendo una ensalada y un té para bajar diez kilos

en el café de la esquina,

reescribirá un poemario escuchando rock ochentero.

10 Jun: Dos astros que se miran

Toda la noche te miro,

tus ojos dos planetas alejados.

Nos miramos, nos juntamos

y el contacto eterno es inseparable,

un bigbang amoroso crea la ilusión

de que nos queremos,

pero los planetas se cubren

con una cortina enorme

y la imantación del encuentro

fue más falsa que la habitabilidad del terreno,

porque los astros se alejan obsesivos,

errantes como propios vagabundos y se quedan solos,

flotando en busca del choque verdadero.

10 Jun: Felicidad

Quizá un día fui feliz:

soportaba el contacto de juguetes ajenos,

el tendero me perdonaba cincuenta centavos

por una bolsa de papitas y unos chicles;

aquellos días me hacían sonreír,

la televisión me educaba,

jugar futbol en la calle

era la copa más importante de la Tierra,

los golpes el contacto divino

entre nuestra realidad y otra.

Quizá un día lo fui.

Quizá.

27 May: Sin título (fragmento)

Acerco mi dedo al instante

de tu cuello en mapa de alas

poros rincones

increíble distensión para la fruta.

Acerco mi dedo al jolgorio de tu cuello

accesible a golpes marinos

a gentíos enfrente de bares.

Tu cuello-avenida del grito

que reconoce sectas hogareñas,

las más opíparas noches para piedra y fuego.

Acerco el dedo:

la querencia sube desde esta desnudez

curada a palos a la escapada

que a veces no deja ni abrir

las piernas de la sílaba.

Así.

27 May: El ojo con su diente

…y en tu pupila nace todo el cielo

− Octavio Paz

Miente el ojo,

aquello

jamás será la plenitud.

Con sus pelitos tenues

muerde

estira el contracanto de la imagen

hasta el límite del hambre;

pero la cosa aquella siempre

fugándose reptil por la entreceja.

(Si no creo en el ojo

¿en cuánto creo?

¿Si todo es alucinación

dónde me planto?

¿En la mentira?)

Mientes.

El ojo juega placentero con su diente

y hace de cada canto

(los pedazos)

cosa viva.

26 May: Poema

“de un costado del hombre nace el día”

− Octavio Paz

Volver a los ombligos

con el puño ensangrentado

de tocar tanta puerta, tanto espejo.

Volver a la desilusión

con el ombligo abierto

y esperar a que te acoja como casa

que allí adento ocurra la detonación,

la casa convertida en universo.

Una sola estrella cabe

en la esquinita del ombligo que se abre al mundo

que se abre a la palabra

deseándose intacto a todo aquello

intacto inclusive al habitante

que es todo lo otro, es decir

nada en específico, el mundo, lo creado.

Y desde allí

desde el boquete infinito del ombligo

llorar el espanto, la fisura.

20 May: Leído en una hoja de bambú (fragmento)

Pero el Tao no es cuerpo.

Piensa en un tigre:

ahora quita su piel

sus manchas,

sus garras sus dientes,

la misma ferocidad del tigre

borra su fuerza

haz desaparecer al tigre

de tu mente: sólo deja

el salto, el movimiento

la pura voluntad

de ser en el salto.

Lo que queda es poesía

y la poesía es Tao.

Una sola gota

y toda la lluvia es Tao.

Pero el agua no es Tao.

La sed no es Tao.

Tao es el río, no el agua.

Tao es poesía, no palabra.

Tao es ver el silencio

con los ojos cerrados.