Monocromo. Fue en ese encuentro sin color, en blanco y negro, cuando compartí el dolor que llevo en mi ser. Ese dolor me sigue, es hondo; la cicatriz de un…
Me encuentro sentada, frente a una ventana que tiene un paisaje inestable, de los que impiden que los pensamientos fluyan con tranquilidad, que perturban la mente y me hacen ansiar….
¡Hola! Espero te encuentres muy bien, disculpa mi timidez, pero no soy bueno hablando. Tal vez pienses que estoy totalmente loco, pero cuando me miras mis rodillas tiemblan y mis…
Las muy desgraciadas se habían escapado de mi bolsillo. Por años, las cargué esperando encontrar el momento perfecto para decirlas. Fui muy cuidadoso de no dárselas a cualquier persona o…
Esto no es una palabra. No salen de mi boca las notas de una compuesta ni de un afijo afligido. ¿En qué momento pretendimos asirla, hacerla? Seguramente la damos…
Entre pétalos nostálgicos, su imagen toma el hubiera. Una mujer de largas piernas. Las piernas más largas que he visto. Enredaderas treparían sus muslos y no encontrarían la pelvis. Un…
Le tengo miedo al tiempo que me persigue sin cansancio mi paso es lento estoy en desventaja lo detengo luchar con el can ansío cancerbero xolo no olvido…
Todas las noches me muero, me dejo cubrir bajo la sábana de la noche y me dejo llevar al reino onírico al que viajo cuando me duermo; cada noche revivo,…
Amor es sólo una palabra. ¿Será pertinente llamarle así? Siempre conocemos a alguien nuevo. Como renacer. Como volver a ver la luz del día a pesar de la noche. …
Son las 20:30, han transcurrido sietes meses entre el último instante hasta el día de hoy. Contrastando con el pasado que hay de por medio, esta medición es mínima. Aún…
Querida colibrí. Te escribo porque he escuchado que conociste a alguien nuevo. Él es solo un par de años mayor que tú. Nueve años no son mucho. Es sólo un…
Pasaron veinte minutos desde que B arribó a la entrevista de trabajo en una amplia oficina de una agencia. Su interlocutor, un hombre apacible con aire juvenil, conducía la charla….
Etimológicamente, la palabra renacer proviene del Latín “renasci” (el prefijo re- y el verbo nascere) que literalmente significa volver a nacer. Volver a nacer es una palabra interesante, que si…
Reluciente, con la mirada
puesta en los altos ideales
de una primera juventud,
en el anuario, al fondo, atrás
de la Enciclopedia Británica
y los cuadernos con poemas
de amor oscuro que enmohecen
junto a medallas y trofeos,
al final de la estantería
tocando el cielo raso, allá
entre las páginas dobladas
por las esquinas de tu nombre,
encima de los soldaditos
de plomo, sobre un álbum donde
tímidas manos recortaron
los perfiles de tu nobleza,
debajo del polvo, debajo
del agua inmóvil de los atlas
donde jamás habrás de hallarme.
Nadie nos dijo que sería
fácil andar sobre esta tierra,
que los senderos a la muerte
son un atajo hacia su cúspide,
o que el dolor del alma hiere
las soledades que nos restan.
No hubo advertencia en los antiguos
nombres de la melancolía.
No eran presagio: “bilis negra”,
“tristeza sin raíces”, “duelo
frente a una pérdida intangible”.
Pesa la tarde en el sentido
de su cancelación. El nuestro
nos lo ha enseñado un sol más duro
y hemos tenido que aprender
a caminar con él a cuestas