Una vez vi un bosque en llamas, unas llamas en las cuales se reflejaba un vano, un esquivo recuerdo que había estado intentando recordar desde aquel tiempo en que miraba…
Una vez vi un bosque arder en llamas, vislumbré en ellas múltiples finales, sombras y colores vivos; fragmentos fugaces de amores pasados y sueños prohibidos. Todos conducían a un mismo…
Una vez vi en un bosque tu silueta matinal, era tal tu esplendor que opacaba la luminosidad del sol veraniego. Te seguí, sin prestar atención a lo que mis sentidos…
—¿Qué serías capaz de hacer por amor a mí?—, me preguntaste aquella tarde de verano. Me tomaste desprevenido, pero jamás dudé de la respuesta: —Mataría por ti, si así me…
Una vez vi un bosque. Más de una vez, a decir verdad. Puedo recordar el olor a tierra removido por manos bruscas y arados. Cubierto por el sereno, el día alcanza…
Una vez vi un bosque, era como los de las fotografías de mi abuelo. Su aroma a humedad, su frescura, me hizo sentir alivio, quería regocijarme en las raíces de…
Una vez vio un bosque a lo largo del fango: se encapsuló en el fuego de las rocas, sobre el río saltaban salmones azabaches e inflamados. Nadó bajo la…
Querida: Anoche tuve una visión. Me soñé al pie de un árbol, dormida mientras sostenía tu tierna mano. El sol perforaba mis poros, mi piel se convertía en una…
Una vez vi un bosque y ese bosque también vio en mí. Las copas de sus árboles se fruncieron, estaba intrigado con mi presencia. Los pajarillos se asomaron de las…
Mito petrificado, escribo la lengua de un sátiro. Al igual que aquella figura, la esencia de mis palabras va desnuda. Los dioses se recostaron para darnos vino, paz, misterio y…
Una vez vi un bosque. Uno hecho de mis memorias. Ahí, el canto de las aves son las voces de quienes ya no me acompañan. Me arrullan con sus melodías…
Empieza con el Mago y termina con la Sacerdotisa,
después que el poeta ha pasado a través de etapas,
(se desarrolla a partir de su libertad)
encara los elementos líricos que están a su disposición,
hasta obtener retribución final donde brilla en el centro de una corona,
algo que definitivamente no es un poema.
Para ganar una beca, necesitas la cola de una sirena.
El cuerpo no será necesario.
Quítale su cola.
No la necesita, puede comprar otra.
Para ganar una beca, necesitas la cola de una sirena.
Quítale su cola y entrégamela.
Para ganar esa beca, solo necesitas darme la cola de una sirena.
Quítasela Quítasela Quítasela
Hace tiempo que
nos mantiene confinadas en el sótano.
S fue la última en subir a manos
de otro joven poeta.
Por alguna razón, argumentan que
somos sirenas.
En lo personal,
he llegado a extrañar muchísimo
la luz del sol.
No creo que las sirenas
extrañen tanto
el sol de Querétaro
como yo.
Quítasela.
Una torre golpeada por un rayo;
destruida por el fuego digital.
Dos personas cayendo de ella,
Hain/carnero astral.
Tu nombre cristaliza a Vau
en el sentido de la materia.
La figura de una de las dos víctimas
sin duda es un poeta.
Literato que desciende a la deriva
desde la cima de un texto.
La caída de Adam,
el castigo del orgullo,
el fracaso de la mente.
El equilibrio es alterado cuando se traza un destino.
Sin temor escribiremos siempre
desde las ruinas del pasado.