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2021
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Dicen los textos sagrados
todos los textos
que tener fe
es creer lo que no vemos.
Y yo −qué suerte la mía−
que siempre fui tan racional
tan analítico.
Yo, tan hijo de Santo Tomás.
Yo, en fin, que soy descendiente
de Copérnico, Galileo, newton y Descartes.
Yo, en fin, que he practicado sin desmayo
el principio de “ver para creer”
apenas ahora −después de tantas cosas−
he venido a entender
que es verdad que tú me quieres.
Porque fe
es creer lo que no vemos.
Mi padre era un hombre sabio
me enseñaba cosas para no olvidar:
quiere y respeta a tu madre, me decía.
A las mujeres
−recuerda que tu madre es tu madre
no una mujer−
a las mujeres, decía
respétalas también, por igual.
Después, ya mayor, resolverás
si las amas también, por igual.
Y el tiempo…
cuándo empezaría
cuándo empezaría.
Y cuándo terminará
cuándo.
Y yo
que nací ayer
y moriré mañana.
Y tu amor
que duró menos
que lo que dura un instante.
Todo lo mío, ¡ah!
tan breve y pasajero
tan eterno
todo lo demás.
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