Mencionar tu nombre pasó de ser un suceso lleno de sentimientos alegres y bellos a uno que estremece mi corazón. Ahora lo único que quiero es que tu nombre se…
Jamás creí que podría olvidarte… a ti, a las estrellas, al sol, al cielo y al mar. Hoy veo a la luna en un océano de…
Por años escuché tus hazañas con admiración porque quería saberlo todo de ti. Ansiosa esperaba que narraras los viejos momentos que cambiaron tu vida, esos instantes en los que…
¿No es cierto que una sola palabra es capaz de elevarnos por encima del éter o de espetar nuestra alma y hundirnos en lo más oscuro…
Te dejé vivir otro ratito aquí y supe que seguía sin haber cabida para los dos. Te he dejado entrar con las heridas a las que no les crecen flores,…
Nicodemo, de los principales maestros de Israel, no se había dado cuenta de algo muy especial cuando dijo: «¿Cómo puede un hombre nacer siendo viejo? ¿Puede acaso entrar por segunda…
Ella… Estatura: 1.53. Peso: 51kg. Edad: 27 años. Mujer. Residencia: Estado de México La conozco desde hace mucho, pero ella nunca solicitó verme….
La risa de Miranda me llenó el corazón. Nunca aprendí a sonreír, no pude corresponderle. Toda ella olía a especias de cocina y un toque de perfume de magnolias. —Mírate,…
—Nos vemos bajo el Arco Reflejo: empieza en Nigredo, avanza por Albedo, sigue por Citinitras y termina en Rubedo. Si lo encuentras, trae a tu Dios, pues aquí tengo a…
Hace poco estaba leyendo un libro que plantea varias preguntas, y hubo una que llamó mi atención de manera especial: ¿Qué…
Tengo miedo de convertirme en una tormenta si no estoy a tu lado. A que mi corazón no te reconozca y que la promesa deje de ser suficiente. Dejaré de…
Mis manos tienen vida propia, se mueven por sí solas, ¿qué hará que la tinta se desborde por las hojas?, pareciera que la pluma solo sigue el ritmo de mi…
No estoy segura de si esta carta es de amor o del sentimiento opuesto; puede ser que se trate de ambos, pues por ti soy capaz de escribir empleando todas…
1.Para empezar levanta el poema cuidadosamente de su papel.
2. Sopesa el poema en la palma de tu mano.
3. No temas al poema.
4. Toca con tus dedos los bordes del poema:
a. ¿Es áspero o suave?
b. ¿Es pesado o ligero?
5. Arroja el poema al aire. ¿Flota?
6. Pon el poema en tu boca. O bien:
a. Pon una pequeña cantidad sobre tu lengua como si fuera una pasta de dientes.
b. Introduce el poema entero en tu boca como una rebanada de pastel.
7. Retira la primera y la última palabra del poema. Agítalo fuertemente. Cada palabra debe salirse de su verso.
8. Coloca las palabras en tu boca y saboréalas. Chúpalas. Mastícalas. Haz gárgaras. Oculta las palabras en tus mejillas. Escúpeselas a la gente.
9. Cuando hayas terminado regrésalas a su lugar.
10. Susúrrale al poema.
11. Grítale al poema.
12. Recita el poema en plena luz del día / bajo la luz de la luna / con la luz encendida / con las luces apagadas / en el cuarto de baño / en el jardín / debajo de un árbol.
13. Recita el poema en los días soleados / los días de lluvia / en días tranquilos / en días ventosos / con el estómago vacío / con la boca llena.
14. Pon el poema en bloques y acuéstate debajo. Ponlo a la hora. Envuelve cada palabra en aceite. Lima los números del motor. Repinta el poema.
15. Desayuna sobre el poema. Mánchalo de café.
16. Párate sobre el poema.
17. Riega el poema.
18. Mezcla el poema con la ropa sucia.
19. Lleva el poema en el bolsillo durante una semana.
20. Ahora ya el poema te pertenece.
Puedo escucharte
haciendo pequeños agujeros
en el silencio
Lluvia
Si fuera sordo
los poros de mi piel
se abrirían para ti
y se cerrarían
y te conocería
por tu lamedura
si fuera ciego
ese especial olor tuyo
cuando el sol
endurece la tierra
el firme tamborileo
que produces
cuando el viento amaina
pero si no pudiera
escucharte olerte
o sentirte o verte
aun así seguirías
definiéndome
dispersándome
empapándome
Lluvia