
Naturaleza
Le das muchas interpretaciones a un problema que sólo tiene una salida; tantas que si todos tus pensamientos se convirtieran en una cuerda ya le hubiera dado la vuelta al mundo mínimo unas tres veces. Sé que el oleaje de
Tarde
Luego las gotas de lluvia se debilitaron y se decidió a dejar su lugar bajo esta construcción y correr hacia la estación del metro que se encontraba a menos de medio kilómetro; atravesó primero la multitud sintiéndose completamente ajeno. Un poco
Sin regreso
¿Tomarías un boleto de viaje sin destino y sin retorno? Esa fue su pregunta. Su voz sonaba tan ingenua, casi como si fuera una más de sus ocurrencias instantáneas. Sólo volteé a verle y nos sonreímos. Esa tarde, el sol
Sáabukan
Por fin me he decidido voy a tirar mi ropa porque no quiero vestir con lo que tengo, aún no me visto como quiero no soy yo, es por eso que: Romperé con las amistades que no me acepten
Paciencia
Miras por la ventana; todo es diferente. El paisaje, el barrio, las personas, sus actividades… Te alejas un poco, te recuestas en el sillón y rememoras aquellos instantes en los que tus miedos eran más remotos y quiméricos. La infancia
Nadar sin tu compañía
¿Oyes las voces, querido amigo? Son del ayer. Desaparecen. No vuelven a convencer. Existieron y en el plano del pasado se quedaron. Hace unos días te visité, amiga adorada: estabas reluciente con tu sonrisa —habías avanzado en tu vida—.
Mudanza
Cuatro meses atrás en unos cuantos minutos y algunos mensajes mudarse resultó inminente. Una nueva ciudad ante mis ojos se presenta desconocida y familiar como las fotos antiguas de un antepasado o las historias ajenas de los abuelos. Hay
Maravillada nostalgia
En el paraíso todas las mañanas están llenas de tempestad. De un viento que sacude ferozmente las raíces, de un sonido divino y orquestal. La memoria del corazón, la más segura y también la menos amigable en el tiempo
Maleta de rueditas
Nadie me dijo que tenía que empacar después de la muerte de mi madre. Mis cosas están esparcidas en la habitación y ahora tengo que meter más de veinte años de historia en una maleta de rueditas. Empiezo por lo
Las maletas y un adiós
Mi corazón siempre había anhelado un clima cálido, de esos donde los atardeceres parecen de película y el sol abraza tiernamente tus mejillas. Pero míralo, usando guantes y bufanda, explorando tu frío corazón en busca de una señal cálida, de
Laberintos mentales
Monotonía, caricia constante del habitual dialogar de mis días, como arena cuando el viento entona su peligrosa balada, así marcha el andar de mi tiempo, entre el sosiego de lo acontecido y la seductora incertidumbre de lo incierto. Arrullados por
La cortina de acero
Habíamos acordado vernos en la estación. Estaba todo listo. Seríamos pasajeros del tren que, al menos una vez, todos persiguen, pero pocos alcanzan. Llegué antes de la hora, pues no podía esperar más. Por fin era tiempo. A mi lado
Entre cerros
En el último piso de aquella casa, hay una escalera frente a una ventana con vista hacia los cerros. Hoy he vuelto a recordar un tiempo atrás en mi vida, cuando comencé a estudiar el paisaje y a analizar cada
El volcán
El porvenir es una gaviota gris, charla con voz felina de adioses, partida. Sylvia Plath Mientras caminaba de regreso a casa de mi madre, con los lentes de sol puestos y el sudor recorriendo mi espalda, pude mirar a
El viento del ayer
Explicarle al viento lo que ayer fue y lo que hoy ya no, sería algo invasivo, tendría que hacerlo de nuevo mañana. En cada recorrido que el viento da por el mundo comprende que todo cambia: las estaciones, las personas
El último adiós
Son las 21:45 h, tengo todo listo: maleta hecha, cama tendida y ventana abierta. Caminé de un lado a otro con nerviosismo y comencé a recordar la peor decisión que he tomado: soltar al amor de mi vida. Fue a
El tiempo le susurra al oído
Le sostiene la mirada el atardecer, dejando impreso en el reflejo de sus ojos un pincelazo dócil y bermejo. Callado y meditabundo, ronda sobre su mente un silencio grávido. La luz se desdibuja a cada suspiro, el silencio se esconde
El síntoma de la noche
Nací en una ciudad. Cuando era pequeña tropecé con un barrote de la jaula, de manera que mi sombra se desgarró en la caída. Me quedé sin ella, salvo algunas manchas que salpicó en toda mi espalda y mis orejas.
El intruso
El ojo apunta hacia la India septentrional. Herido por un capricho divino, una mañana el príncipe se despoja de su vestidura real y sin voltear la vista hacia atrás se pierde en el ignoto bosque del mundo. (Es tal su
El equipaje
Ha llegado el momento de decirnos adiós. Para esta despedida, quiero incluir en mi maleta las fotografías que tomé y me hicieron crear memorias alegres que solo yo entendería. También quiero empacar todo aquello que conserve un pedazo de mi
Duermevela
No siento rencor por el confundido Que viene a mi regazo a buscar filosofía, Con oídos sordos Y dedos parlanchines. No odio al bailarín de sentimientos, ¡Soy un contorsionista de lo abstracto! Pero le temo al tiempo Que no
Desde el infierno
Gael despertó con un horrendo frío recorriéndole la carne; lucía pálido y enfermizo. Esto de buscar un nuevo lugar para habitar lo estaba matando y eso era mucho decir para alguien que ya estaba muerto. Llevaban meses vagando por el
Del rechazo a la ausencia de un corazón no correspondido
Ausencia No recuerdo la última vez que me sentí feliz; que me sentí bien, que me sentí tranquila conmigo misma. No recuerdo cuándo comencé a pensar y pensar y pensar… ¡Maldita sea! Solo pensar y pensar. En mi mente no
De lo que significa cambiar
Me he dado cuenta de que nadie cambia si no quiere, aunque a veces una quiere cambiar y no puede. Cambiar como sinónimo de moverse. Se busca una puerta, una ventana, y nada. Una misma tiene que hacer, con mucho