A la luz de la luna mi mente se fragmenta en miles de recuerdos. El llanto de los niños, mis hijos, es como puñalada del pasado. Las cicatrices me duelen….
Lo que escribí para alguien que no existía
En las noches silenciosas, cuando las estrellas tejen sus historias en el cielo y la luna vierte su luz sobre mi alma inquieta, escribo para alguien que aún no existe….
Hace tiempo que pienso en ti. Por eso te escribo estas letras: Amiga fiel de mis sueños. Desde muy pequeña tuve que trazar un camino perfecto para llegar a ti:…
El día que cumplas trescientos treinta y seis meses estaré ahí, tocando a tu puerta; haciéndote saber lo mucho que te quiero. Diciéndote lo deshabitada que me he sentido estas…
En una noche lluviosa, un hombre oficinista en el segundo tercio de su vida, regresaba a casa. Lo que no sabía es que sería víctima de un evento que no…
Eran vacaciones decembrinas. La fiebre loca de luces en las calles, unida al frío brumoso y azotador, generaban en mí una sola cosa: escribir una última carta. Letras llenas de…
No solía enamorarse de hombres tan indecisos. De esos que se sientan en la última fila del salón de clases y parecen odiar a las personas. Pero, tampoco solía comer…
Éramos jóvenes e ingenuas; vivíamos el momento. Caímos en una trampa enfermiza que nos prometía amor eterno, cuando teníamos dieciséis años. Nos refugiamos en promesas escritas a mano sobre…
Hay tantas cosas que me gustaría decirte ahora mismo, pero no entiendo por qué siempre tienes que irte. Tú y yo no tenemos la misma relación de antes; ahora eres…
«Alguien siempre dice algo para alguien», repetías como tu letanía predilecta. Recuerdo que eras recalcitrante con la inexistencia de una frase sin intencionalidad, ni receptor. Eras tú el que con…
Dios y su silencio, ¿qué podemos escuchar de Dios? No sé a ciencia cierta si me habla y no le escucho. A lo mejor no le quiero escuchar. Escuchar sería…
Quiero entender la manera en la que me quieres, pero no puedo. Me miras a los ojos y me dices que me quieres, pero cierras la puerta muy fuerte. Cuando…
¿Que si lloré por ti? Sí. Hasta que me quemaban los ojos y mis párpados tenían grabado tu nombre. Lloré como se llora a los muertos, pero era yo quien…
Tengo cicatrices de palabras jamás escritas. Las llevo como quimeras esperando galopar. Me he dormido seiscientas sesenta y seis noches, curándome de la manera en que percibo esta realidad. La he…
Era casi media noche y corría por los andenes del metro para alcanzar la última corrida. Pensaba en los experimentos fallidos, en los libros sin leer y en el frío…