Blog – Libropolis

Había una vez, en un recóndito bosque de árboles enormes, sabios gigantes que, a través de muchos años, habían visto al glorioso ecosistema retoñar y florecer. Los pinos y encinos lograban ver y admirar el gran paisaje desde todo lo

Todavía sigo bailando mientras la comida se calienta en el microondas. Me convierto en una distinguida directora de orquesta con los palillos de la comida china desde los siete años. Aún me escondo debajo de las sábanas cuando estoy asustada,

No sé por qué, ni el qué, mucho menos el cómo, cuándo o dónde, pero tengo recuerdos que no viví contigo. Cada lugar por el que cruzo, paso y miro, me recuerda, extrañamente, a ti. Es tonto, lo sé, porque

 I Si la vida da desdichas, también provee sus soluciones. Los mismo que hace a un día decepcionante puede ayudarte a soltar las lágrimas y así curarte de tu larga peripecia que llevas contigo desde ayer. Sus golpes también se

El silencio que llena el interior del auto es cómodo, tal vez demasiado. Veo tu mano sobre el volante, traes la pulsera que te he regalado. Vamos dejando atrás algunos kilómetros y con ellos la oscuridad de la madrugada. Con

El día de ayer fue hermoso, con las buganvilias vibrantes. Salí de casa a tiempo con un termo de café cremoso y perfectamente azucarado. La hiedra que escala la pared de la cochera irradiaba un verde vivo capaz de cambiar

Analizando mi vida, caigo en cuenta de que siempre había sido una persona con mala suerte. Mis compañeros del trabajo eran conscientes de ello. Mi vida estaba llena de infortunios. Recuerdo la vez que entregué tres mil pesos a un

Hubo un día en que, de las hojas caídas,       no había paso que acompañara mi rota vista.   Y andando, descubrí que el asfalto no es igual que el campo, y que el campo ya no sueña con el

Mi día empezó muy hiperactivo, pintaba para ser muy divertido porque sería una salida de hermanas. Ellas son lo mejor del mundo, siempre me hacen reír. Gracias a Dios que las tengo, somos tres: la mayor se llama Amelia, la

La vida es el principal indicio de un misterio. No se sabe por dónde ir, ni qué dirección seguir, a veces no hay luna, a veces no hay sol, caminamos solos, sin estrellas, sin amigos.   ¡Qué placer es vivir

Anduve por la ruta mucho tiempo y ahora tengo un hogar al cual llegar. Me envuelve con sus manos tibias y acaricia mi piel, me habla con su voz grave, pronunciando discurso y poema, cuentos con finales extraños que requieren

Días en que todo sale bien                                                      son pocos y no alcanzan para reconciliarme con

Y llovió. El huracán golpeó mi rutina, sacudió las siguientes horas y días con mucha agua, con mucho viento.   Veo el arroyo, toma con osadía lo que no es suyo.  Indiferente, feroz, altísimo, invade espacios sin hacer preguntas.  

En noches sin estrellas, cansada y perdida, mi anhelo buscaba un renacer estelar en la oscuridad. ¿De qué trataba mi vida? Desesperada por respuestas, encontré sentido en la esencia de la alegría, no eran lingotes de oro dentro de una

Esos días de lluvia eran los peores, nunca me gustó la lluvia ni el olor a húmedo que dejaba, me sentía con poca energía y el ruido de la lluvia no me dejaba concentrar en el trabajo. En cambio, durante

Sentada con mis piernas flexionadas, me siento como mariposa. Volando dentro y fuera de mi mente, dejo ir los pensamientos, dejo ir los sentimientos.   Pienso en mí, en lo que haré, en lo que soy, en aquello en lo

I Creo yo, en la abundancia y la certeza bondadosa que radica en la sombra de algunos días, y las espero. Sentados, pues, en la orilla del borde más frío del retrete confirmamos con el aliento que no es sueño

Una tarde de diciembre, Louisa llegó temprano a casa y recogió el correo. Después de cambiarse a una ropa más cómoda, empezó a revisar su correspondencia y su corazón dio un vuelco al leer: “A través de este medio me

De esos días donde lo que conocemos como realidad se pierde en la efervescencia de una cerveza o la calidez de un beso inesperado. Días como los de cualquier semana, cualquier mes o cualquier año; días en que la lluvia

Amigo, ¿crees que en los días felices y soleados pienso en mi muerte? ¿Crees que cuando la riqueza y la gloria tocan mi puerta, pienso en la efimeridad de mi vida y las cosas?   No, no, querido amigo, para

Despierto, el dolor en mi pecho se ha ido llevándose consigo nuestra última mirada. De ti, solo me queda un recuerdo borroso, dulce cuando lo completo con palabras sutiles.   Los días de calma te hacen presa de mi olvido.

Dicen que la vida es una constante paradoja, pero estos días yo no tengo ganas de averiguarlo o debatirlo. A veces sólo me dedico a encapsular los momentos eufóricos, donde la sonrisa se impone en mi rostro y la sensación

—¿Acaso esto es un castigo de Dios? —sollozó, el ahora papá, viendo a su hijo salir del útero de su esposa, diferente a como se lo había imaginado.  Al no estar en una sala de hospital, sino en medio del

Era sábado por la noche y Alonso se situaba en un car meet, reuniones en la que los aficionados y expertos del mundo motor presumen y observan sus carrocerías, localizado en Austin, Texas. La mayor pasión de Alonso es el