Hendrix tocó su guitarra y pudo ver miles de rayos salir. Eran tan rápidos, salvajes y ligeros que ningún espectador lo sintió en su cuerpo hasta que llegaron al cerebro….
El día que las cosas no tuvieron nombre
Me encontraba en el trabajo, como de costumbre, analizando y ejecutando actividades con mis colegas de otros países. Surgió una petición extra después de una junta y me pidieron que…
En el momento en que esas palabras dejaron tus labios, todo a mi alrededor dejó de existir. Un dolor profundo atravesó mi cuerpo y dejó un vacío permanente en mi…
Son inexistentes las llanuras donde no yacen las palabras. Ahí, de donde no provienen más sonidos que los dejados por tu ausencia; estoy aquí, en una marea de in-significaciones; aquí,…
El día que las cosas no tuvieron nombre no fue que no existieran ni tampoco que fuesen inventadas. Las cosas sin nombre se fueron sucediendo como el viento que pasa…
Si no me dices no me entero, porque sobrevivo sin necesidad de utilizar mis pupilas, que se mojan en la tristeza y se secan cuando dormitan. Y lo que percibo…
Tan pronto declaramos que los convencionalismos son el elemento fundacional de cualquier sociedad, una pregunta se asoma, amenazante. ¿Es este momento el que activa las correspondencias que dan pie a…
Hay tantas preguntas en mi mente que por las noches mi cabeza no encuentra consuelo para ellas. No le queda más remedio que trasnocharse discutiendo aquello que en primer lugar…
En universo excluido y desconocido me invadió la quietud. Se me olvidó el desamparo y el odio pese a que mi vida es una espiral de ilusiones breves y tropiezos prolongados, hoy tomé…
Desconozco quién me enseñó a no quererte, y a cada instante temerte, si has estado conmigo desde mi primer respiro, y hasta mi último latido. Siempre me has acompañado, aunque…
— No es tristeza, es raro. No sé cómo describirlo. Seguro pasa pronto. — No me gusta, taaanto, taaanto. No sé, no sé que es. Es complicado. — No es…
En mi corazón nada debía temer. Comencé a vivir sin nombre propio, sin emociones, sin sueños ni espíritu. Sin saber escribir. Era mi destino teñido de amarillo. La…
Antes de morir, mi abuelo me pidió que preparara su platillo preferido: yakisoba de verduras. Él es el hombre más sabio que he conocido, porque tenía un vasto dominio del…
El aterrizaje forzoso te lleva más allá del destino planeado. Intentas establecer contacto con los tuyos, pero los aparatos de comunicación se han vuelto inservibles y solo escuchas el «HISS»…
Ayer las cosas perdieron su nombre, lo dejaron regado en el cesto de la ropa sucia, en el rincón polvoriento del cajón más olvidado, entre las hendiduras del suelo que…