Para mi gran amor que aún no conozco

Sé que tiene que haber ciertas características en nuestra relación. Sé que me apoyarías en todo y tendré la confianza suficiente para contarte lo más vergonzoso que me pasa. Porque sin importar el plan, siempre la pasaré bien contigo y

Quizás

En un mundo paralelo, una pequeña planta enraíza cuando León duerme en su cama, tal como le enseñó Mathilda.   Entre las calles de este mundo está abierto un club de jazz. Sus dueños: un matrimonio llamados Mía y Sebastián.

Mi compañía favorita

Gracias por esa compañía que siempre me brindaste, por llevarme a conocer ciudades y países nuevos que nunca creí conocer. Por ese tiempo que nunca me negaste para ayudarme con mis tareas de matemáticas y de inglés que no entendía.

¿Existió?

Amor es lo que sentí aquella vez. O por lo menos, lo que creía sentir. Ahora lo veo como una obsesión. Un espacio creado por mí, para mí. Me olvidas, pero yo me aferro a tu recuerdo. ¿Es bueno hacer

Ese futuro incierto

Fue en el club de literatura. Me pidieron escribir una carta sobre cómo me imaginaba en el futuro. No me llegaba nada. ¿Qué quiero ser? ¿Seré doctor o abogado? No. ¿Dentista? ¿Cirujano? No tengo idea. No lo había pensado antes.

En tu cielo favorito

Te busco en las estrellas de tu cielo favorito. Te busco sabiendo que volveré a verte. No sé cuándo. No sé dónde.   Te recuerdo valiente, justa, sonriendo y con sueños. Esto no es el fin.   Te encontraré para

Bitácora

Vivir de odios exacerbados. Ser impulsado frenéticamente por un falso oasis de utopía y júbilo. Ya no hay salvación. No hay forma de ser escuchado en esta esférica cacofonía que se cierne como una fina tela sobre el pensamiento. ¿Cómo

Un minuto

Tus labios estaban tan cerca de mi boca, que con un solo movimiento esto terminaría. Con mi más grande fantasía destrozaría tu vida, y también vendría mi destrucción.   Así que me alejé, hui de ti y me conformé con

Convocatoria – abril – mayo 2024

Canciones

  I. La que no volvió   Me quedé con sus miradas, me las guardé para mí, cuando salí de mi pueblo porque me tuve que ir.   Juré ir por ella en mayo, le dije espérame aquí, le di

Poema que escribí para alguien que no existía

La soledad es bella, si la compartes con almas que te llenan el vacío. Eso fue lo que aprendí de ti. Un miedo, un duelo. En el verano se esfumó y se marchitó en el invierno.   No sé cómo

Poemínimos que escribí para alguien que no existía

Ojos que no ven, corazón que no siente Pero sentí, sentí la ansiedad en mis manos, el sudor, el temblor repentino, la aceleración palpitando en mi pecho. Sentí dolor, sentí miedo. Y, aun así, decidí ver, antes de que fuera

Señorita Quién

Con cada parpadeo miro unos ojos de diferente color y al pasar la lengua por mis labios, siento unos labios de distinto sabor, respiro profundo para calmarme, pero siempre es diferente el aroma, por el dolor, tengo una mano en

Única

Eres única como aquella mujer que decidió desafiar a la humanidad, aun sabiendo que su rebeldía la llevaría a la hoguera. Eres única como las brujas de la edad media. Única como las miradas encontradas en una primavera agotada expectante

Pequeña historia

Tengo miedo, sí, miedo de que mi historia se repita, de que vuelva a suceder lo de antes. Si recuerdas las páginas de antes, he contado mi historia. Una historia de la que no me siento orgullosa, la historia que

Adiós, Narciso

Antes de mudarme de la ciudad, quise crear un último recuerdo. Luego de comprar una rebanada de pastel de zanahoria, mi favorito, y dos vasos de té, me dirijo a aquel puestecito donde vi a la gitana por primera vez.

¿Qué fue?

Es un delicado pintar de flores en puntillismo para rellenar los espacios donde el Sol, el Viento y la Suerte, sobre las alas y membranas de millones de seres anónimos —perdido su nombre desde hace tiempo y probablemente para siempre—,

Un municipio en los llanos

Siempre creí que esta batalla era solo mía. Me concentré tanto en repudiar a la sociedad, la política, la economía y a todos los cómplices de nuestras condiciones, que nunca noté el agujero en el que me sumergía. Siempre era

Meditación contra la melancolía

A veces escribo a mis fantasmas, sombras de una persona a la que he abandonado en sus viejos hábitos. Sé que reclaman mi energía y atención cuando, luego de meses sin aparecer, los veo escribirse con pluma propia sobre el

Locura artística

Era un día como cualquiera, el aburrimiento me devoraba, estaba sola en casa sin nada que hacer, solo veía las cuatro paredes de la habitación, mi cabeza daba mil vueltas, mis pies se sacudían golpeando las puntas contra el suelo

Edificio, tango y merlot

Su cuerpo se tambalea entre los inesperados movimientos de su poeta, entrecierra los ojos guardando cada detalle de lo que está pasando, una habitación en un edificio lujoso; ambos extranjeros, él un poco menos que ella, de igual forma, su

Dominar al cuerpo

Podrías apagar el cigarro que sostienes entre los dedos. Podrías también resistir el impulso de encender otro justo después de terminar este. Desechar la idea de hacerlo cuatro veces al día, siete días de la semana. El espacio que ofrece

¿Y si solamente tienes una vida?

Nuestras creencias predisponen nuestras acciones. Algunas de las que más influyen en la manera en la que vivimos son, justamente, las creencias alrededor de la muerte. Existen aquellos que creen en otras vidas, quizá como un alivio para dejar a posterior todo

Nunca le di la oportunidad de existir

Hace algunos años, cuando comencé a estudiar en un colegio nuevo, decidí escribirle una carta a una persona que, si bien existía, nunca le di la oportunidad de existir plenamente en mí.  No recuerdo qué le escribí, pero seguramente le
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