Blog – Libropolis

El monstruo de mi cama

El monstruo de mi cama habitó ahí durante toda mi niñez. Todas las noches antes de dormir, cuando iba a apagar la luz de mi cuarto para dormirme, contaba exactamente tres segundos en lo que apagaba la luz y me

Auténticos leviatanes

Yo sé que mi mamá me dice esas cosas para que no ande de chillona, pero a veces miente. Como cuando me dice que los de su trabajo no son monstruos, pero yo sé que sí. Hay monstruos buenos, pero

Escritos sobre monstruos cotidianos

  I. Reencuentro La joven de cabellos ensortijados veía el campo de ambos lados mientras se encaminaba a su casa. No estaba segura de si ya iba a llegar a su destino. La tarde se volvía noche y le daba

Reprimidos

Despiertas y la miras mientras aún duerme. Se ve tranquila. Tratas de llamarla por su nombre. En lugar de eso dejas escapar un balbuceo. Quieres decirle cuánto la amas. Desde hace meses lo sientes, pero no te atrevías a mencionarlo

Lo que no pudimos nombrar

Cuando nos vimos se me detuvo el corazón; no supe cómo nombrar aquello que sentía martilleando mi alma. Rompiste con todo lo que, según tu promesa, sería eterno. Ya no éramos las mismas personas, nos habíamos alejado durante meses, aunque

El día que las cosas no tuvieron nombre

Fue decayendo la tarde como rosales de un jardín. Colores rojizos van pintando el ardor de un cielo, con las esculturales figuras de mármol espumoso, danzando   por sobre la quietud y templanza del viento. La temperatura ya baja los

Coleópteros

Cuando  Mariana        y     Yo  Nos desterramos bebimos de aquella  fuente            prohibida    Vimos las cosas como son  y nos quemó  sentir la verdad  en la piel   El día que huimos  con el cuerpo                        marcado  Las cosas perdieron su nombre 

Viaje astral

Las personas no se cansaban de decirme que los viajes astrales son peligrosos, que te puedes quedar en otro plano y no sé qué tanto. Pero lo cierto es que yo estoy muy a gusto aquí, fascinado ante la idea

Un lobo habita en mí

Las luces parpadean sobre mi cabeza, confiriendo a mi reflejo en el espejo roto un cariz más atemorizante… ¿o sería atemorizado? Soy una quimera, un ser dual que no termina de definirse ni de fusionarse. Soy una lucha constante que

Querellas

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Presagio

Algunas veces me preguntaba, ¿qué pasaría si me restringiera de toda inhibición y decidiera dar rienda suelta a cualquier cosa que se encontrara en mi interior? Sentía aquella curiosidad atrapándome sigilosamente, aunque conseguía recuperar la cordura y apaciguar mis desalineados

Por debajo de las uñas

El cuarto está inundado de un olor putrefacto. Afuera ya no se escuchan los sollozos de Graciela. Ha decidido dejarme en paz… o el olor a muerte se impregnó en cada rincón del exterior que terminó por ahuyentarla. Me encuentro

Pedazo de madre

—Lo encontramos vagando por las vías del tren. Se ve que estas 24 horas no le han sentado muy bien. Aunque esté vestido huele asqueroso, incluso El Mongol no se aguantó las ganas de vomitar; y eso que ese güey

Monstruos marinos

—Mi abuelo decía que en realidad sí existen las criaturas marinas. —¿Sigues creyendo en cosas que nos decía el abuelo? Él también dijo que en navidad vinieron los Reyes Magos y que el camello había dejado un par de regalos

Monstruo escritura

De todos los monstruos habidos y por haber, ninguno me aterra tanto como mi escritura. Los monstruos que aparecen con la noche se desvanecen al amanecer, puntuales, respetan la dinámica día-noche y regresan al no-lugar de donde provinieron. Los esqueletos,

Liminales. Antología de cuento fantástico, terror y ciencia ficción

Escribo para despabilarles la conciencia y que vislumbren a los seres fantásticos sumergidos en nuestra cotidianidad, pues están casi abandonados y, por eso, inmersos en la querella. Recordemos que el olvido duele más que el odio. Aunado a esto, remarco

La Loba (Prevalecer)

Había empezado a perder el pelaje, el color de su piel se hacía amarillento, las orejas se encogían, aunque todo lo demás aumentaba de tamaño. En un principio, pensé que el cuerpo comenzaba a descomponerse, pero cuando los espasmos de

Ingrávida

La puntiaguda nariz se deslizaba sobre la tabla con un dólar que había introducido incesante en sus fosas. El billete había sido un obsequio de su madre que, según ella, traería consigo buena suerte si le llevaba en la cartera.

Herencia

Las sombras bailaban alrededor de mí. La luna llena de octubre iluminaba el amplio claro dentro del bosque en donde me encontraba. Al centro de todo, los rastros de una fogata. Sabía a quiénes pertenecían esas sombras. Ellas me acompañaban

Gato

Desperté, giré mi cabeza en búsqueda del reloj, era muy tarde, me dispuse a dormir cuando una sombra pasó rápidamente por mi puerta, por su rumbo deduje que iba hacia la habitación de mi hermanita, pegué un brinco para salir

Fragmentos de ciudad

La Ciudad de México es un monstruo. Tal vez todas las ciudades lo sean, pues nacen de sueños y utopías que, al encontrar formas materiales muy diversas para existir, terminan por frustrar los ideales originarios. Cuerpos de agua y antiguos

Fantasmas de la melancolía

Recostado en mi cama, a punto de conciliar el sueño, veo que entran por la ventana, aquellos fantasmas azules. Comienzan a caminar suavemente por las paredes hasta llegar al techo de mi habitación, los miro mientras ellos se recuestan en

Dosis de amor

Sería a cinco años del matrimonio de Debra y Andrés cuando la condición mental de ella empeoró. Sufría de largos insomnios en lo que pensaba que Andrés la dejaría, que estaba harto de ella, de su baja autoestima y su

Dos poemas

I. La muerte, otra transformación    En la muerte deleitémonos de lo infinito.   Para quien en su interestelar odisea ríe con eternidad a su victoria, la muerte.   Viajes astrales Deidades infernales Muerte y libertad.   Y al mirar
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